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El primer presidente socialista electo por la vía democrática, Salvador Allende, fue asesinado por Augusto Pinochet un general de las fuerzas armadas chilenas el 11 de septiembre de 1973. Mediante un golpe de estado, fraguado desde años atrás en Washington, la sociedad chilena presenció la hipocresía de un sistema que ofrece como carta más valiosa la libertad, pero que a final de cuentas resulta mucho más prohibitivo de lo que realmente aparenta ser.

Fueron 26 años de dictadura militar, aprobada y -peor aún- apoyada por un país que ondea los valores de democracia y libertad a los cuatro vientos bajo su mando. Augusto Pinochet vivió en la impunidad durante años, después de haber torturado, asesinado y desaparecido a miles y no fue hasta 1998 que fue aprehendido en territorio británico por el asesinato de ciudadanos españoles en Chile. (Cualquier parecido con la realidad mexicana, es meramente coincidencia.) Tiempo después fue enjuiciado no sólo por asesinato, tortura y secuestro, sino por enriquecimiento ilícito. El empleado de la Casa Blanca se convirtió en protagonista de la historia del mundo gracias a la impunidad.

Del sueño de Allende ya nadie más habla.


Un día como hoy, pero de hace 7 años, el siglo XX se transformó en el XXI y nuestras vidas jamás fueron, ni serán iguales después de los ataques a Estados Unidos. Primero fue Afghanistán, Al-Qaeda y Osama Bin Laden. Luego fueron Sadam Hussein e Iraq los enemigos de una guerra sin cara, pies ni cabeza. El enemigo es el más espeluznante que puede existir para cualquier ser humano. Al igual que con Allende y el comunismo, el enemigo es una idea. Una idea que no tiene cara (por el momento) pero que cobra diariamente miles de vidas inocentes.

Y todo apunta a que el 11 de septiembre de 2001 haya sido un autogolpe. No hubiera sido la primera vez que ésto sucediera en la historia militar de Estados Unidos, tampoco la última. Gracias al impulso (imbécil si lo quieren ver así) del sistema de consumo hacia la red, miles de historias paralelas evitan que exista una historia oficial, como en el caso de Allende. Es imposible detenerlas, inútil tapar los pensamientos de personas que afirman que no fueron los árabes los terroristas, sino el mismo sistema el que planeó los ataques del 9/11.

Algunos afirman que fueron los banqueros neoyorkinos, otros que las torres gemelas estaban al borde de la quiebra, que fue la mismísima Casa Blanca. Cada quién tiene su teoría. Pero hasta donde yo sé, no me sorprendería que todo hubiera sido un montaje. Como cuando en CNN transmitieron imagenes de árabes festejando ese mismo día y posteriormente dijeron que fue un error, que siempre no estaban festejando por lo de las torres.

Mentirosos, hipócritas de mierda.

Aquí les dejo unos vínculos para que ustedes hagan sus propias conclusiones. Hay mucha mierda, impulsada por el mismo gobierno norteamericano para despistar al inquieto. Ojo con lo que leen.

http://verdade.no.sapo.pt/destruction/wtc_conspiracy.html
http://911research.wtc7.net/pentagon/analysis/theories/bart.html
http://tvnewslies.org/html/9_11_facts.html
http://www.911truth.org/article.php?story=20041221155307646

Y si quieren saber más sobre Allende y la risa que le da América Latina al resto del mundo, lean esto.